¡Qué mejor manera de celebrar la entrada número 50 de este blog que comentando el espectacular eclipse total de luna vivido anoche! A pesar de observarlo en un lugar con cierta oscuridad, costó que nos diéramos cuenta de la presencia tenue de la luna en el cielo, ya que cuando la luna salió la tierra ya se había interpuesto completamente entre ella y el sol. Esas tonalidades rojizas en la penumbra quedarán grabadas en nuestras retinas por mucho tiempo. Contemplar un suceso de este tipo bien merece la pena la parafernalia que hay que montar de trípodes, telescopio, prismáticos y cámara de fotos para observarlo desde todas las perspectivas.
Y cuando el sol empezó a iluminar poco a poco la luna, las diferentes tonalidades de colores y sombras dejaban embelesados a todos los que observaban el espectáculo. Así pasaban los minutos hasta que la luna quedó nuevamente iluminada por completo, tan iluminada que deslumbraba. Habrá que esperar hasta 2018 para vivir algo semejante, ¡ayer pudimos disfrutarlo!